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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Regional

La cifra de hectáreas forestales quemadas baja de 13.000 a 3.000

Desde enero han ardido en la región 836 hectáreas de arbolado, frente a las 7.000 del año pasado. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se reúne con la BRIF de Pinofranqueado.

ANTONIO JOSÉ ARMERO

Viernes, 4 de agosto 2006, 02:00

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Los vecinos de Cañaveral o de Pedroso de Acim tendrán otra opinión, pero el dato global, para toda la región, no deja lugar a la duda: 2006 está siendo un buen año desde el punto de vista de quienes luchan contra los incendios forestales en Extremadura.

Hasta el pasado lunes, en la comunidad autónoma habían ardido 2.928 hectáreas, una cantidad felizmente inferior a las 13.062 del año pasado por estas mismas fechas. O sea, un descenso del 78 por ciento. En el 2005, a estas alturas del calendario se habían quemado 10.134 hectáreas más, según los datos proporcionados por la consejería de Desarrollo Rural.

Este mismo informe aclara que de las casi tres mil hectáreas que se han perdido este año, 836 eran de arbolado (es decir, el 28 por ciento). El año pasado, la proporción era mucho peor, ya que de las más de trece mil, siete mil era de árboles (o sea, más de la mitad).

La causa primera de este descenso es que ha habido menos incendios forestales: entre el 1 de enero y el 31 de julio del año pasado hubo 1.223, y este año, 616, lo que supone una rebaja superior al cincuenta por ciento.

De grandes dimensiones

Además, sólo ha habido uno de grandes dimensiones, el que comenzó el pasado 12 de julio y tras 25 horas activo, arrasó 1.923 hectáreas en la sierra de Cañaveral, el diez por ciento de ellas de arbolado, según la medición de la Junta de Extremadura. A los cinco días, el fuego prendió en una zona muy cercana a la que ya había ardido, y quemó gran parte del entorno natural del convento del Palancar, en el término municipal de Pedroso de Acim.

Hace un año, sin embargo, aún se hablaba del peor incendio forestal que había sufrido Extremadura en mucho tiempo, el que tiñó de oscuro más de 12.200 hectáreas (5.600 de ellas de arbolado) en las comarcas de Las Villuercas y Los Ibores. Ese gran fuego pesa mucho en las estadísticas del año pasado, y es una de las cuestiones que explica las diferencias entre la estadística del año pasado y la del presente a estas alturas del verano. La evolución positiva de Extremadura durante los siete primeros meses del 2006 es aún más marcada que la del conjunto del país. A ello se refirió ayer la ministra de Medio Ambiente, de visita oficial en Pinofranqueado, en Las Hurdes.

A las afueras del pueblo tiene su sede una de las nueve BRIF (Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales) que hay en España. Las otras ocho están en Prado de los Esquiladores (Cuenca), Daroca (Zaragoza), Tabuyo del Monte (León), Laza (Orense), Tineo (Asturias), La Iglesuela (Toledo), Puntagorda (La Palma) y Puerto del Pico (Ávila). Cada una de ellas está integrada por seis cuadrillas de siete combatiente y un capataz, bajo el mando de tres técnicos.

De las seis cuadrillas, dos descansan cada día y otras cuatro están operativas en dos turnos, mañana y tarde, con superposición parcial de turnos en las horas centrales del día. El Ministerio de Medio Ambiente las define como «verdaderos cuerpos de élite en la lucha contra los incendios forestales», al ser las encargadas de luchar contra la parte más virulenta de un incendio, lo que se conoce como la cabeza, hasta donde llegan siempre en helicóptero.

De las mejores del país

La ministra se reunió con los miembros de la BRIF extremeña, «una de las que está en mejores condiciones de todo el país», según dijo. Durante su visita de ayer, la acompañaron Ignacio Sánchez Amor y Francisco Javier López Iniesta, vicepresidente del Gobierno autonómico y consejero de Desarrollo Rural, respectivamente. Se sumaron a la comitiva oficial varios alcaldes de Las Hurdes.

El encuentro de Narbona con los brigadistas sirvió para que el colectivo le trasladara sus peticiones en materia laboral, entre ellas la creación de la figura del bombero forestal, «que es lo que realmente somos y nos sentimos», afirma la BRIF en un comunicado. «Así se podría crear un convenio colectivo nacional, donde se contemplen las peculiaridades específicas de este trabajo y se eliminen las discriminaciones salariales a las que nos vemos sometidos en algunas comunidades autónomas, pudiendo de esta forma optar a cualquier servicio de extinción de incendios autonómicos, reconociéndose y puntuándose la antigüedad», añaden

Ahora mismo, el colectivo se rige por el convenio del campo, lo que significa, por ejemplo, que «no cobremos los días que libramos», explica Genaro Gallego, capataz de la cuadrilla dos de la BRIF extremeña. Otra de sus reivindicaciones es que se amplíe el periodo en el que están contratados. Este año, por primera vez se les ha empleado durante cuatro meses, pero aspiran a trabajar durante más tiempo.

Apagarlos en invierno

«Los fuegos se apagan en invierno, y lo que pedimos es que nos dejen seguir apagando fuegos», añade Genaro Gallego. «Así podríamos hacer cortafuegos, limpiaríamos el sotobosque o podríamos hacer líneas libres de combustible cerca de las poblaciones, porque en nuestro trabajo vemos que cada día es más frecuente que los grandes incendios nos obliguen a desalojar poblaciones». Por último, creen necesario modernizar la flota de helicópteros, vistos los recientes accidentes en Canarias y León.

De momento, la BRIF de Pinofranqueado no ha tenido que salir de Extremadura en lo que va de verano. «El año pasado estuvimos varias veces en Galicia, porque hubo muchos incendios, y este año todavía no nos ha tocado salir fuera», recuerda Genaro Gallego, que eso sí, avisa: «a partir de ahora empieza la época más peligrosa».

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