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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
TRIBUNA EXTREMEÑA

Extremeños libres y responsables

JUNTA DIRECTIVA DE LA PLATAFORMA CIUDADANA 'REFINERÍA NO'

Viernes, 20 de enero 2006, 01:00

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HACE un año se nos anunciaba a los extremeños a través de los medios de comunicación un gran regalo de Reyes. Nos querían hacer ver que con una maravillosa refinería de petróleo saldríamos del furgón de cola, se acabaría el paro y tendríamos un desarrollo industrial desmesurado. Sin embargo, a medida que pasaban los meses nos hemos ido informando por expertos de acreditada solvencia a nivel nacional e internacional que lo indicado por nuestros políticos no era cierto. Los argumentos de los expertos nos han confirmado nuestras sospechas de que instalar una refinería sería un error. Este modelo de desarrollo que se nos quiere imponer es totalmente inadecuado y enormemente arriesgado.

De las 17 comunidades españolas, la nuestra es la que tiene el P.I.B. más bajo, Andalucía la penúltima teniendo dos refinerías (Huelva y Gibraltar), Galicia la nº 15 con una refinería (La Coruña) y Castilla-La Mancha la nº 14 (Puertollano). Como pueden ustedes comprobar, una refinería no hará que seamos más ricos, ni más desarrollados. En nuestra comarca tenemos el ejemplo de Almendralejo, ciudad que ha sabido crear un tejido industrial basado en la pequeña y mediana empresa, siendo estas industrias las que verdaderamente desarrollan a los pueblos, aumentan el nivel de vida y consolidan cada vez más los puestos de trabajo.

Somos el país de Europa que más dependemos del petróleo. El petróleo no deja de subir; ya nos informaron de ello los expertos hace un año. Y lo seguirá haciendo de forma imparable. El ministro de Industria, en una carta dirigida a todos los ciudadanos en junio de 2005, decía: «Los combustibles fósiles se agotan y tienen repercusiones negativas para la economía del país y para el medio ambiente, que en definitiva hemos de preservar entre todos para las futuras generaciones».

La Agencia Internacional de Información de la Energía nos indica que EE.UU. ha pasado de tener 325 refinerías en 1985 a 149 en 2004, y Europa ha cerrado el 30% de las existentes. Si fuera tan rentable, económica y medioambientalmente, ya se estarían construyendo en otras comunidades españolas que necesitan más la energía.

El Instituto Sindical del Trabajo de CC.OO. nos dice que los trabajadores de estas industrias corren un elevado riesgo para su salud, amén de los inevitables accidentes; se trabaja a grandes presiones con combustibles altamente inflamables, siendo los fallos operativos habituales en este tipo de instalaciones petroleras. En marzo de 2005, en una refinería de EE.UU., hubo quince muertos y más de cien quemados. En Venezuela, en noviembre de 2005, hubo un gran accidente en una refinería con cuatro muertos y 16 heridos, y en diciembre se produjeron otros dos grandes accidentes en refinerías, uno en una ciudad de China donde fueron desalojadas más de 10.000 personas, produciéndose también vertidos -al río que suministra agua a la población-de benceno y tolueno (sustancias altamente cancerígenas) y el otro en una refinería de Alemania. Por tanto, el riesgo para las poblaciones cercanas es incuestionable.

La única refinería de interior existente en España es la de Puertollano, en la que su Ayuntamiento informa mediante unos trípticos, paneles electrónicos informativos, mensajes SMS y últimamente hasta sirenas, de qué hacer en caso de alarma por contaminación. En los trípticos les dicen a sus ciudadanos: «La población que más puede verse afectada por un episodio de contaminación es la compuesta por personas con afecciones asmáticas y bronco-pulmonares, niños y ancianos a los que se les recomienda permanecer en sus domicilios, manteniendo puertas y ventanas cerradas, evitando realizar esfuerzos físicos».

Entonces, ¿por qué tenemos que asumir estos riesgos innecesarios en una región que tiene el precedente de cerrar años atrás la central nuclear de Valdecaballeros, cuando trabajaban en su construcción miles de personas en los años en que más paro había en la región? Dicha central se cerró porque queríamos una Extremadura limpia de contaminación y porque nosotros no necesitábamos esa energía. Fueron los mismos políticos los que ahora nos quieren imponer una refinería de petróleo, mucho más contaminante, en la comarca de Tierra de Barros, donde se produce el 80% del vino y el 60% del aceite de toda la región. Estas producciones se verían dañadas por la instalación de una industria de estas características. Así nos lo dice la propia Junta de Extremadura cuando deniega la instalación de una Cementera entre Almendralejo y Torremejía (D.O.E. 24 de mayo 2003) alegando, entre otros, los siguientes motivos:

Tendría una incidencia negativa en la calidad del aire de la zona.

Ubicación no idónea por situarse en Tierra de Barros, zona de vid y olivos, donde se realizan importantes esfuerzos en la mejora de estas materias primas. Estos esfuerzos se ven reflejados en el índice de ocupación de la zona y en un creciente nivel económico. Sobre la base de estos cultivos se ha creado un sistema agrícola e industrial respetuoso con el medio ambiente que permite un desarrollo sostenible de la zona.

La proximidad a la Vía de la Plata afectaría a la imagen y calidad de nuestros productos.

Estos mismos argumentos se verían aumentados en el caso de una gran industria mucho más contaminante como es una refinería de petróleo, catalogada por el Ministerio de Industria dentro de las del tipo A, de las más contaminantes. La futura refinería estaría situada justo en la Vía de la Plata-Camino de Santiago. ¿Sabían ustedes que la inversión de la Junta de Extremadura para rehabilitar la Vía de la Plata ha sido de 3.000 millones de las antiguas pesetas y que la Junta pretende que sea considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO?

El cambio climático es el inicio de una realidad que tenemos que asumir: épocas de sequías, huracanes, aumentos de temperaturas, desertización, incendios, etc. En el 2010, sólo con la cementera y la futura refinería del Sr. Gallardo, aumentaremos en Extremadura las emisiones de CO2 un 206% con respecto al año 1990. ¿Es éste el acuerdo internacional firmado por España para cumplir con el Protocolo de Kioto? No.

No se puede industrializar Extremadura de cualquier forma; hay que diversificarla económica y energéticamente. En nuestra comarca, la energía solar y la biomasa, principalmente, tendrían unos resultados extraordinarios. De la biomasa podemos obtener combustibles como el biodiesel, que cada vez está teniendo más aceptación. Además, Extremadura necesita aumentar y potenciar la elaboración y comercialización de nuestros productos agroalimentarios, y consideramos que con una refinería de petróleo iríamos en contra de nuestro propio desarrollo sostenible. Con la competencia tan enorme que existe en mercados actuales, tan exigentes, tanto nacionales como internacionales, nuestros productos agroalimentarios perderían mucho valor y, por consiguiente, se perderían miles de puestos de trabajo. La agricultura ecológica, en vías de expansión, sencillamente desaparecería. Todos queremos progreso y desarrollo, pero lógicamente el adecuado.

Con la inversión de la futura refinería -1.800 millones de euros- se podrían crear con energías renovables más de 10.000 puestos de trabajo directos y no se destruiría ningún puesto del sector agroalimentario. Otras comunidades españolas y países europeos son conscientes de los fallos del pasado y apuestan con firmeza por estas energías renovables, con el fin de obtener un futuro totalmente esperanzador.

El presidente de la Junta ha dicho que la decisión política está tomada y no hay más que hablar. ¿Ésto no es vivir en democracia y en libertad? Nosotros pedimos sabiduría y sentido común para nuestros gobernantes. No se debe acallar la voz del pueblo y amedrentar con multas a las personas que se oponen honradamente al proyecto. Nuestros políticos se han equivocado; la sociedad extremeña está empezando a ser crítica y no conformista. A algunos políticos que se creen demócratas no les gusta escuchar a sencillos ciudadanos que no piensan como ellos. Todavía no se han dado cuenta de que somos personas de diferentes ideologías pero unidos bajo una misma causa. La Plataforma Ciudadana 'Refinería No' no está en contra de nadie, sino exclusivamente en contra del proyecto de refinería.

Quien afirme que una refinería no perjudica la salud y el medio ambiente no dice la verdad.

'REFINERÍA NO' es una plataforma ciudadana que se opone a la instalación de una planta de este tipo en Tierra de Barros

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